Si estás haciendo algunas de las cosas que escribo aquí, deja ahora mismo de llamarte copywriter.
Ellos se rieron cuando les dije que era copywriter, pero cuando comencé a escribir…
¡Se rieron con más razón todavía!
Y entonces me dijeron señalando: ¡redactor de contenidos!
Así es, que esta pequeña performance/homenaje/herejía al maravilloso anuncio que John Caples escribió en 1926, sirva para ilustrar lo que hoy vengo a contarte.
Porque creo que es necesario, llegados a este punto, aclarar qué NO es copywriting. Esta profesión que tanto respetamos y que, quizás por la manía de referirnos a ella en inglés, le estamos quitando algo de sabor.
Parece que no se está usando con la propiedad que merece para diferenciar a quienes están haciendo copywriting de los que están redactando contenidos.
Vaya por delante que no tengo absolutamente nada en contra de los redactores de contenidos. Los admiro profundamente por su creatividad, paciencia y capacidad.
Admirables sólo aquellos que sean profesionales serios porque también ahí hay vendehúmos sacacuartos que, como en todo nicho, se dedican a vender densas nubes de humo en vez de contenido de calidad.
Pero bien es cierto que, como queremos entre todos conseguir un mercado con clientes más maduros que contraten nuestros servicios como juntaletras profesionales.
Tenemos que educar.
Los términos copywriting y redacción de contenidos a menudo se malinterpretan y aunque puede que existan ciertos puntos que parecen comunes, son muy diferentes, y en ningún caso un término es sinónimo de otro.
Copywriting vs redacción de contenidos
La mayor distinción entre copywriting y redacción de contenidos es su propósito: el copy implica escribir para vender, mientras que la redacción de contenidos informa, entretiene y engancha al lector.
Se hace así para lograr que el lector siga leyendo y que “se enamore” de la marca (un término demasiado trillado, pero es así).
Para que aguante más tiempo leyendo un post, y salte de uno a otro, para que su contenido sea de utilidad mientras Google nos premia por ello haciéndonos subir en las SERPS.
Pero no para vender. No para convertir.
Por eso, cualquiera que busque contenido para su página web, debe aprender a diferenciar entre un copywriter y un redactor. Los dos son clave y de de gran utilidad, pero en partes bien diferenciadas del proyecto que se tenga entre manos.
Fallar en esto es tirar tiempo y dinero a la basura.
O ganarte un sitio en un Destripando Copys.
A la hora de contratar a un redactor de contenidos o a un redactor publicitario, es importante que sepas cómo se diferencian estos papeles porque cada uno tiene sus propios objetivos y desafíos.
Un resumen rápido sería:
- Para el blog de tu web, un redactor de contenidos.
- Para las páginas que impliquen una acción del usuario, un copywriter.
¿Copy creativo o copywriter de respuesta directa?
Un copywriter es lo que en castellano se llamaría redactor publicitario.
Esta figura se define como un experto en persuasión, que utiliza el lenguaje, la creatividad y las palabras para convencer a los potenciales clientes o usuarios a que realicen una acción concreta: rellenar el formulario, suscribirse a la lista de correo, descargar el Lead Magnet, comprar, recordar la marca, pensar que es mejor que la competencia, etc.
Y no solo eso, dentro del copywriting hay dos tipos de profesionales que se encargan de cosas distintas.
Está el copy creativo y el copy de respuesta directa, por ejemplo.
El copy creativo es aquel capaz de resumir toda la esencia de tu marca, de una campaña o de cualquier cosa en un mensaje a través de una sola frase, en tres palabras o en un texto:
- ¿Te gusta conducir?
- Just Do It
- I´m Loving It
- El secreto está en la masa
La nueva profesión de tus sueños que te han estado ocultando
Todas estas perlas salieron de debajo del flequillo de algún o alguna hipster gafapasta (desde el cariño) que se clasifica como copywriter creativo y su hábitat es una agencia de publicidad tradicional.
Luego están los copywriters de respuesta directa. Dentro de este grupo estoy yo, pero también he trabajado en agencia como buena gafapasta.
En la respuesta directa, se trata de transformar personas y usuarios en consumidores/suscriptores/clientes.
Nuestro trabajo es más medible, podemos saber cómo se traduce en ventas, tenemos acceso a tasas de apertura, de respuesta, de conversión y otras métricas imprescindibles para entender qué funciona y qué no.
En este grupo nos encontramos los que hacemos email marketing, mi pasión, enviando correos con una frecuencia determinada a su lista.
Solemos ser profesionales con menos brillantina y fama, pero que a menudo, somos los que más vendemos.
Aclarando la confusión entre copywriting y redacción de contenido
Por lo general, los redactores de contenidos suelen ser periodistas o profesionales del mundo de la comunicación reconvertidos al marketing digital a través de eso, de la redacción de post, artículos y contenido sobre todo para los blogs de diferentes webs.
Muchos también tienen idea de social media y, claro que tienen que hacer de todo: escribir sus posts, sus publicaciones, sus pies de fotos y descripciones de videos, entre otras muchas cosas.
Pero no son copys, son redactores.
Redactores, redactores digitales, redactores online… llámalos como quieras pero son redactores a fin de cuentas.
Redactores de contenido que no copywriters, ni creativos, ni de respuesta directa.
¡Ojo! No digo que no sean creativos. Por supuesto que pueden serlo.
A menudo mucho más que los copywriters de respuesta directa, por ejemplo. Pero su especialización es la investigación y, luego, la creación de contenidos maravillosos, bien estructurados, que enganchan, etc.
Pero no son copywriters.
¿Pueden serlo? Por supuesto. Pero para ello tienen que formarse. Y mucho.
En ventas, en psicología, en storytelling, en neuromarketing… y ¡adivina! En copywriting.
Y seguro que podrán ser estupendos copywriters, peeeeero pasado el tiempo correspondiente a su etapa de formación y de hacerse callo, trabajando en distintos proyectos.
Solo se validarán como uno de los nuestros consiguiendo ventas, consiguiendo leads, nuevos clientes, en definitiva: vendiendo a través de las palabras, haciendo puto copywriting, ¡joé!
Que al final se tiene que poner una…
Bueno, si es tu caso y llevas años, meses o días redactando contenidos, posts, artículos y quieres aumentar tus habilidades para convertirte en copywriter tengo una newsletter que es canela fina.
También te sirve si tienes un proyecto online en Loren Ipsum y quieres llenarlo de letras, pero en plan bien.
1 comentario en «Esto NO es copywriting»