Las plantillas son la fruta envenenada del copywriting. Si quieres saber por qué debes alejarte de ellas y cómo pulir tu estilo para no necesitarlas, aquí te doy las claves para ello.
“Tienes que entender que la gran mayoría no está lista para desconectarse, y muchos están habituados. Son tan desesperadamente dependientes del sistema que pelearán por protegerlo”.
Morpheo- Matrix (1999)
Las plantillas son un verdadero mal que azota el sector del copywriting. Auténticas hordas de copywriters con la L colgada en la espalda (como a mí me gusta imaginarme al copywriter recién salido de su primer curso) salen al mercado dispuestos a comerse el mundo.
Y lo hacen porque les han prometido que, siguiendo un método, una fórmula mágica, es posible.
Muchos salen disparados de cursos en los que NO les enseñan a escribir, sino a resolver una serie de fórmulas.
Al loro, ¡siguiendo unas plantillas!
Luego llega la realidad.
Con suerte, consigues un cliente al que tienes que cobrarle y ofrecerle un trabajo profesional.
En este punto pueden suceder dos cosas.
- A) Que las plantillas que tienes no te sirvan para aplicar a la necesidad de ese cliente en concreto. No entregas nada y te das cuenta de que has gastado unos cuantos miles de euros y todavía no vives del copywriting. Y sospechas.
- B) La opción “huida hacia adelante”. Sigues la plantilla con toda la confianza del mundo. Creas una carta de venta, una landing, una secuencia de ads, o de emails siguiendo las plantillas que te han dado.
En ambos casos, el resultado es un fracaso.
Bien porque has hecho un mutis por el foro o bien porque si entregas un trabajo de copywriting siguiendo plantillas va a quedar robótico, ortopédico, nada natural… tú me entiendes.
Igual el cliente no controla mucho del tema y pasa su filtro. Pero el usuario es sabio, sobre todo si tienes que convencerlo de algo (y más todavía si se trata de sacar la tarjeta a pasear).
Entonces tu campaña no tendrá buena conversión, tu carta de ventas no venderá, tus anuncios serán una inversión inútil.
Las plantillas van en contra de los principios básicos del copywriting
“¿Estabas escuchándome, Neo? ¿O mirabas a la mujer del vestido rojo?”
Morpheo- Matrix (1999)
En un trabajo de copywriting con plantillas no hay espacio para el arte.
Un copywriter que se apoya en plantillas es un profesional que no quiere pensar.
En el camino a la excelencia por supuesto está ser rápido y resolutivo. Pero esto nada tiene que ver con pasarse por el forro el proceso de investigación, reflexión, etc.
Todo esto es necesario para encontrar armonía en la voz, el mensaje, muchos otros detalles que marcan la diferencia entre el copy de calidad y el de a 0,60 el kilo.
Y pensar solamente en hacer trabajos de copywriting como si fuera una fábrica de rosquillas, en cadena y sin personalización ni alma, es de canallas.
Además, así no se consiguen objetivos.
Porque el copywriting es un arte que requiere de conocimiento, investigación, de profundizar en la psicología humana gracias al neuromarketing, etc.
Y las plantillas lo único que hacen es, atorarte el cerebro, limitar tu capacidad de aprendizaje y desarrollo. De esta forma, cada vez tienes menos práctica, y no puedes pulir el estilo y calidad de tus trabajos de copywriting.
En cambio, aprendiendo las nociones de base relativas al marketing, a la venta y la redacción publicitaria, te acercas mucho más al sueño que tienes:
Vivir del copywriting.
Porque estas fuentes (libros, podcast, verdaderos profesionales de lo suyo) te dan las claves y fórmulas verdaderas, pero también la base para aprender a pensar por ti mismo.
En ese momento, aprendes a vender sin vender, a conocer al usuario y al cliente en las distintas etapas del embudo, aprendes qué cohoneh es un embudo, etc.
Si usas plantillas, preocúpate por las IA redactoras
Los programas de Inteligencia Artificial capaces de construir textos bastante cerca de los estándares humanos es una realidad reciente.
A pesar de encontrarse en fase de desarrollo, muchos se preguntan y preocupan por si la IA llegará a reemplazar al viejo oficio de copywriter.
Bien, si eres un redactor publicitario que ha optado por la pastilla roja (da igual el color), la que reniega de las plantillas, no tienes porqué preocuparte.
Si has decidido quedarte en el mundo de las plantillas, la cosa cambia, porque tu trabajo sí será capaz de hacerlo un programa informático.
Esos copywriters son los que caerán, porque no habrán alcanzado la genialidad necesaria para ser competitivos en el mercado.
¡Aaaah! ¡Mi niño, yo ya te había avisado!!
Te dije que fomentaras tu creatividad, que aprendieras las fórmulas y como mucho, echar un vistazo a las plantillas, pero para rápidamente seguir adelante…
…Te dije que trabajaras, investigaras y leyeras, porque exactamente eso es lo que tienes que hacer con tus clientes…
…Y todo esto te lo dije para que practicaras tu creatividad y tus textos, para que luego no llegara una IA y te diera por el culo.
Marina – Atípica Márketing
Esta performance ilustra casi a la perfección otro motivo más para mantenerse lejos y sospechar de cualquier texto o profesional del copywriting que huela a plantillas.
Al empezar en copywriting: fórmulas SÍ, plantillas NO
“Neo:
– ¿Qué intentas decirme? ¿Qué puedo esquivar las balas?
Morpheo:
– No, Neo, intento decirte que cuando estés listo no te será necesario esquivar las putas balas.”
Neo y Morpheo- Matrix (1999)
El objetivo final de este artículo no es otro más que te enteres de una maldita vez, de que el copywriting va de pensar.
No va de seguir plantillas, sino todo lo contrario.
Todo lo contrario, porque un buen copywriter conoce todas las estructuras preestablecidas, por supuesto, pero sabe que el copywriting va de saltarse las normas.
Va de jugar con lo establecido para crear un copy cada vez más original y capaz de sorprender al lector.
Así puedes adaptar tu escritura a cada sector, a cada público, a cada cliente y cada medio.
El copywriting existe para persuadir, para la psicología, y para eso hay que pensar, hay que sentir, o al menos conocer las emociones.
Una máquina no sabe ni sabrá nunca hacer eso.
Podrá producir textos como rosquillas, estando programada para escribir ads, para hacer emails, cartas de venta, aplicar la fórmula ADA, PASTOR, etc.
Pero nunca podrá hacerlo tan genuinamente como un humano que sabe hacerlo porque tiene los ajustes de fábrica precisos para ello.
Hay mucha gente además que está vendiendo plantillas como parte de sus formaciones.
Pero si eso está en un curso, hay que huir de él como alma que lleva el diablo, porque es un claro signo de vendehumismo, al menos en el sector del copywriting.
Las fórmulas están muy bien cuando empiezas, pero no las plantillas, porque las carga el diablo y no te permitirán alcanzar el nivel que exige el mercado.
De hecho, si estás empezando, todas las fórmulas que necesitas están agrupadas en un pedazo de post para guardar en tu barra de herramientas, como es este de Copyhackers.
Y si quieres consejos diarios para aprender a vivir del copywriting sin necesidad de plantillas, tienes la opción de suscribirte a mi newsletter. Abajo está la cajita.
Disclaimer: He usado el ejemplo de Matrix que ya sé que está más usado que el pasamanos de una escalera en el marketing digital, pero es que no puedo evitarlo, es parte de mis recuerdos y una de las películas más impactantes de la última mitad del siglo pasado.
2 comentarios en «¿Por qué no debes usar plantillas para escribir copywriting?»