Aquí se aclara uno de los temas que más controversia suscita en el mundillo del copywriting, sobre todo para los copywriters más inexpertos. Hoy tratamos la importancia (o no) de tener un portfolio.
¡Ay! El portfolio. Ese clásico de casi todas las webs hechas a base de plantillas.
A ver, sin paños calientes, en mi opinión, en principio: portfolio NO.
Normalmente no sirve para nada y es una forma de, o bien distraer al cliente de contratar tus servicios o de distraerte a ti haciendo un trabajo que no va a reportar excesivos beneficios.
Pero como en el marketing nada es blanco o negro, esta negación del portfolio puede tener ciertos matices. Me explico.
Plantar en toda la cara del usuario tu portfolio, con todo tu… arte, así porque sí.
¿Por qué? ¿Qué sentido tiene?
¿Te has parado a pensar, qué pasa si este visitante que llega a tu web, que lo ha hecho por referencias, porque ha visto algún trabajo tuyo, o porque le han pasado tu contacto, tiene una tienda de, por ejemplo, mascotas?
Ainssss ¡vaya!
Entre los muchos ejemplos que te has currado subir a tu web, no cuentas con ningún trabajo para una tienda de mascotas, ningún post sobre mascotas, nada.
En este caso el cliente, que el pobre no sabe de copywriting (por eso ha llegado a ti, o está en tu web, porque busca un copywriter), ¿crees que va a saber apreciar tu increíble trabajo para un coach de yoga, para una tienda de ropa, o para cualquier otro negocio que no sea el suyo?
Al no encontrar relación con su producto o servicio normalmente se echará para atrás.
Piensa que las personas que llegan a nosotros suelen les suele costar visualizar, y no entienden que, si les muestras un buen trabajo de copywriting de otro sector, significa que puedes hacer para ellos un trabajo como mínimo igual de brillante.
Portfolio NO. Al menos si quieres dedicarte en serio al copywriting
Mira, los clientes quieren para su web a alguien que escriba bien.
Esto para ellos es redactar con palabras bonitas, rimbombantes, frases grandilocuentes, en fin, mucho copy de cero sesenta, concepto que ya se ha tratado varias veces en este blog.
En realidad, acabo de malgastar un párrafo explicando qué demonios consideran los clientes que algo es o está bien escrito. Y desde el cariño, no tienen ni puta idea.
Nosotros hacemos copywriting para transmutar palabras en ventas. Eso los clientes no lo saben, ni lo pueden apreciar.
Además, es una forma de rebajarse, en cierto sentido.
Es un poco incoherente, sobre todo cuando te encuentras en ciertos niveles, “tener” que mostrar a los clientes que eres válido para el trabajo que requieren.
Otra cosa es si te acreditas como un copywriter con experiencia en, por ejemplo, lanzamientos, o haciendo páginas web, cartas de venta, etc.
En este caso sí es normal que te pidan y que debas aportar datos y cifras sobre cuántos leads has logrado con una campaña de captación, cuánto has ayudado a facturar, o que pases alguna captura de alguna landing page.
¿Aceptamos portfolio como animal de compañía?
Vale, ¿recuerdas cuando te decía que en marketing nada es blanco o negro, y que este “Portfolio-NO” puede tener ciertos matices? Aquí van.
Si estás empezando, es posible que te interese poner en tu web, o en tu carta de presentación aquellos trabajos, por pocos que sean, que ya hayas hecho.
Si realmente no has hecho absolutamente nada, en otros post de este blog como Vivir del copywriting, El curso de copy más barato de la historia o Qué NO es copywriting tienes varios consejos para empezar a conseguir tus primeros trabajos como copywriter.
Aunque definitivamente, el mejor consejo lo encontrarás en la Entrevista a Daniel Throsell. Aquí, el genio australiano del email marketing da un truco muy bueno para tu portfolio, aunque se trate de tus primeras postulaciones.
En la entrevista cuenta cómo redacta el caso de éxito que mostrar, o que añadir a su portfolio, 5 minutos antes de enviárselo o mostrarlo al cliente. En definitiva, que se lo inventa.
Al final, como tapas la marca, el nombre del cliente, etc. es una forma de mostrar cómo puede quedar tu trabajo expresamente para cada sector, aunque no hayas trabajado antes en él.
El caso es que vea tu estilo de copywriting aplicado a su sector, a su producto, para que lo visualice perfectamente.
Luego está el caso de los copywriters creativos, que no tiene nada que ver con el copywriter de respuesta directa.
En este caso sí es necesario contar con un portfolio. Para estos profesionales es imprescindible volcar en una web, en una carpeta en formato físico o como sea, las campañas de publicidad, slogans y trabajos que ha realizado.
A diferencia del copywriter de respuesta directa, el creativo tiene como principal objetivo trabajar para agencias y las agencias se guiarán por los trabajos que estos han hecho anteriormente.
En este caso, ellas sí sabrán apreciar como tu trabajo, aunque haya sido para un sector completamente distinto, puede adaptarse a cualquier marca, producto o servicio.
Así que, ya sabes los casos en los que aceptamos portfolio como animal de compañía, es decir, como herramienta para conseguir más clientes o más ventas.
Pero ya has visto cual es mi postura acerca de tener que acreditar en todo momento el nivel que por referencias, experiencia y trayectoria tienes.
Por eso en mi web no encontrarás portfolio ninguno. Si deseas saber lo que puedo hacer con las palabras, suscribiéndote a la cajita de abajo lo empezarás a comprobar inmediatamente en forma de emails.
¿Te apuntas? Es aquí abajo.